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A veces me rayo, porque le tengo miedo al fin. No podría soportar que se terminara este cuento, sé que no soy perfecta pero te juro que lo intento. ¿Y qué? ¿Y qué importa si ya no tengo orgullo? Cambiaría mi vida por un segundo al lado tuyo. No me imagino sin ti, tampoco quiero imaginarlo. Un segundo sin ti para mí es una eternidad, eres parte de mí, las alas que me ayudan a volar. No salgas de tu mundo, sólo déjame entrar en él. Separa nuestros corazones, verás que dejan de latir.