
A medida que el tiempo va pasando, me doy cuenta de que no se puede confiar ni en aquella persona a la que llamabas amigo. Ellos te hacen creer que son tumbas, tus mejores confidentes, que se llevan las cosas a la tumba; pero de un segundo a otro te clavan un puñal por la espalda. Todas esas promesas se rompen automáticamente. Es ahí, cuando ya no sabes que hacer, esa persona te falló y no hay vuelta atras. De todo esto, sólo se aprende una cosa, nadie es quien dice ser.
No comments:
Post a Comment